Todo sigue tranquilo es el primer título del año Jonás Trueba en Caballo de Troya.
«Puede que me equivoque, pero existe un momento en la vida, sólo un momento, en que somos conscientes de que somos genios o enamorados. La cuestión es sencilla, ridícula. O una cosa u otra, imposible ambas. Y cuando ese momento llega tenemos la vaga certeza de que arrastraremos nuestra carga, sea la fuere, hasta el final de los días. Yo superé ya el momento. Sé que nunca alcanzaré las cimas de la genialidad y, lo más abrumador, acongojante aún, sé que el momento del amor se escurrió entre mis dedos para siempre. Así, ni tengo nada, ni espero nada.»
Chusé Izuel escribió este texto en los márgenes de la hoja promocional de una película que fue a ver, a principios de 1992, pocos días antes de su muerte. Lo contó su amigo Félix Romeo y no sabemos si era un texto de Izuel o una cita que había leído en otra parte. Es sólo uno de los sortilegios que plantea este libro. Los 19 relatos de Todo sigue tranquilo recuperan una voz perdida, pero también un tono, una época y una vida.