Desde hace años la sociedad y la cultura están divididas, y los principios que compartíamos han dejado de ser obvios. Ese colapso no es accidental: se ha planeado y documentado durante décadas, y adopta el nombre de ideología Woke.
Este libro examina su historia, sus actores y su hoja de ruta, dejando al descubierto una ideología de ruptura de cariz fundamentalista, en abierta colisión con el cristianismo. El Woke, según su autora, erosiona la amistad entre sexos y razas, se encamina a la violencia y a la corrupción de la infancia, y sus defensores siempre logran salir ilesos.
Los arquitectos de esta revolución saben, desde hace años, que la transformación de Occidente tenía que pasar por la desestabilización de las costumbres sociales, familiares y religiosas de la ciudadanía. El camino para descifrar esta ideología exige, por tanto, identificar y comprender sus principios operativos. Mientras que el movimiento Woke es una religión que propugna la división, el cristianismo es una restauración de la persona, de la familia y de la creencia, una alternativa para alcanzar una sociedad más armoniosa.