Pocos fueron capaces de enfrentarse a la todopoderosa Roma, pero entre las dunas abrasadas por el sol del desierto oriental surgió un carácter indomable: Zenobia, la legendaria reina de Palmira. Bat-Zabbai, como realmente se la conocía, no estaba dispuesta a obedecer. Se autoproclamó emperatriz y lideró sus tropas para deshacerse del yugo que oprimía a su gente, convirtiéndose en una de las figuras más fascinantes de la historia.
Sus hazañas se hicieron leyenda, inspirando poemas, óperas y obras de teatro a lo largo de generaciones. No en vano, durante los terribles acontecimientos vividos en la historia reciente de Siria, los restos de la esplendorosa Palmira fueron objetivo prioritario para los terroristas, decididos a borrar su recuerdo.
Sin embargo, hace falta mucho más para condenarla al olvido. Palmira siempre estará ligada a la ambición y el valor demostrado por una de las mujeres más importantes de la Antigüedad, capaz de dirigir a sus soldados frente al mismísimo emperador Aureliano.